(Comunicación presentada en las VIII Jornadas de la AEP:
Bioética personalista:
fundamentación, práctica, perspectivas

Universidad Católica de Valencia
Valencia, 3-5 de mayo de 2012)

 

 

1. Ciencia, medios de comunicación y fundamentación bioética

El debate de las investigaciones con células troncales ha conducido a científicos y no científicos a contemplar asuntos profundos, como quiénes somos y qué nos hace seres humanos: “The dignity of the early embryo has become the central ethical issue in the public debate over the advisability of continuing human embryonic stem (hES) cell research. This orienting question is shared by both proponents and opponents” [1] [2].

Las células troncales embrionarias tienen, junto con la clonación, la etiqueta de ser la más prometedora y controvertida biotecnología entre las emergentes en los últimos años [3]. Estas células se caracterizan  por un potencial de crecimiento totipotencial, es decir, pueden dar lugar a distintas líneas celulares, pero su potencial es incontrolable y puede producir tumores. Además, como proceden de un organismo diferente al receptor, pueden provocar rechazo [4]. Para paliar el rechazo, se encontró, como primera solución, la clonación destinada a obtener tejidos: la conocida y mal denominada “clonación terapéutica” [5].

El 5 de julio de 1995 nació la mediática oveja Dolly, que fue el único superviviente de los 277 embriones de partida y tuvo que ser sacrificada a principios de 2003 con menos de 7 años con múltiples enfermedades [6]. El intento de clonar embriones humanos saltó a la escena pública en 2001 con los experimentos de Advanced Cell Technology hasta el estadío de 6 a 8 células [7]. Todo parecía resuelto con la irrupción del coreano Woo-Suk Wang, que, en febrero de 2004 y en mayo de 2005, anunciaba la primera clonación humana por transferencia nuclear y la derivación de células pluripotentes para tratar enfermedades. Los dos trabajos se publicaron Science [8], pero, transcurridos seis meses, se desveló que los resultados estaban falseados o eran abiertamente inventados [9].

Junto a las embrionarias, desde la década de 1970 se conoce el potencial terapéutico de las células troncales procedentes de tejidos adultos. Una experiencia tan sencilla como la curación de una herida en la que la propia piel se regenera demuestra la existencia de células “madre” en el organismo adulto. “En la médula ósea radica sin duda el potencial de regeneración de tejidos más significativo del organismo, la médula ósea es la principal reserva de células madre de nuestro organismo” [10]. Un hito esencial en este ámbito fue la publicación en Nature de un trabajo del grupo dirigido por Verfaille [11], en el que se demuestra que existen células mesenquimales que constituyen un ejemplo de adultas con el potencial de división de las embrionarias [12].

Otra gran reserva de células “madre” de la sangre son las del cordón umbilical, que son capaces de restaurar las funciones de la médula ósea. Por último, un resultado prometedor son las llamadas células IPS –induced pluripotent stem cells– o células pluripotentes inducidas. Se trata de células de tejidos adultos que se inducen a un estado similar al embrionario que se ha demostrado en ratones y publicado en Cell [13] y posteriormente se ha logrado controlar los tumores que provocaban [14].

En este panorama científico emergen diversos dilemas bioéticos, en los que los medios de comunicación desempeñan un papel esencial en el entramado que configuran las comisiones asesoras, el derecho, la política, la religión, los centros de investigación, las actividades docentes y las asociaciones científicas y ciudadanas [15]. Los medios contribuyen a plasmar las opiniones morales de las personas, “porque es muy raro y difícil que un individuo elija una posición moral basada en posturas morales individuales” [16]. En temas científicos y bioéticos, además, la prensa escrita se convierte en un referente relevante [17].

Numerosas teorías de la comunicación empíricamente demostradas abordan el potencial que las comunicaciones sociales tienen en el público. La agenda setting, por ejemplo, constata que los medios no indican qué pensar, sino sobre qué temas pensar y, en un segundo nivel, hay también una transferencia de argumentos [18]; con un origen y matiz distinto, las teorías Framing vienen a demostrar cómo las ideas vertebradoras de los discursos periodísticos influyen en la concepción de la construcción de la realidad que tienen los públicos teniendo en cuenta los encuadres propios de la audiencia [19].

En este sentido, en un tema de tal calado social como es la investigación con células troncales embrionarias, el estudio de los argumentos planteados por los medios y el análisis de la antropología subyacente resultará de especial relevancia en la configuración del discurso de los futuros públicos.

En los últimos años, se han acumulado pruebas científicas irrefutables de que la vida está ya presente en el embrión de una célula, el cigoto, formado en el instante en el que se funden los núcleos y los mensajes genéticos contenidos en las dos células gaméticas, el ovocito femenino y el espermatozoide masculino. El cigoto es, de hecho, la primera manifestación corporal humana [20].

El profesor Cayuela [21] habla de la estrategia de ponderación de intereses como fórmula en la argumentación sobre el embrión como objeto de la investigación. Esta argumentación se sostiene en concepciones bioéticas que proceden de distintas corrientes filosóficas [22]. Porque “en el contexto filosófico moral actual caracterizado por el pluralismo, los valores y principios propuestos en bioética están extremamente diversificados (…) Es ineludible, por tanto, la pregunta: ¿qué fundamentación ética debe tener la bioética?” [23].

Las corrientes personalistas son múltiples y han sido analizadas por varios autores con exhaustividad [24]. En un intento de sistematización aplicable al discurso mediático, seguimos a Elena Palazzani [25], que distingue, a grandes rasgos, una orientación “laica” –que intenta justificar los valores morales sobre la base racional empírica rehusando la apertura a la trascendencia– y la orientación “personalista”. Dentro de la orientación laica se hallan el sociobiologismo, el no-cognitivismo, el utilitarismo y el conceptualismo. En el sociobiologismo, el comportamiento es considerado moralmente bueno cuando favorece biológicamente la evolución de la especie: de esto se sigue una tendencia a sacrificar el respeto hacia el individuo por el bien del grupo en su conjunto [26]. El no-cognitivismo se resume en la ética sin verdad que acaba cayendo en el subjetivismo irracional.

El neo-utilitarismo y el neo-contractualismo intentan una superación del individualismo a través de la búsqueda de un criterio ético que, aunque no universal, pueda, al menos, fundarse sobre una condivisión intersubjetiva. El neo-utilitarismo fundamenta la propuesta ética sobre el criterio de la utilidad social; la maximización del placer y la minimización del dolor [27]. Para el neo-contractualismo, el contenido moral es el resultado de una decisión conjunta entre los miembros de la comunidad [28]. Emerge la exigencia de una perspectiva filosófica que justifique el respeto de la vida humana de modo integral [29]. La fundamentación personalista propone, en bioética, el deber del respeto de la vida humana en todas sus manifestaciones desde el momento de la concepción (la fecundación) hasta el último instante (la muerte cerebral total). Se trata, precisamente, del personalismo ontológico que se refiere al pensamiento de Santo Tomás, continuado por Maritain y otros muchos autores [30].

2. Metodología

Se aplica una metodología de triangulación. Por un lado, se analiza el panorama científico mediante búsquedas bibliográficas con los términos “embryonic stem cell”, “human embryonic stem cell”, “adult stem cell”, “hematopoietic stem cell” y “umbilical stem cell” en ISI Web of Science [31] entre 1996-2006. Por otro lado, se estudia el discurso mediático con un análisis de los argumentos bioéticos esgrimidos por las fuentes de las 144 noticias de encuadre ético extraídas con las palabras clave “células madre” y “células troncales” de las hemerotecas web de en El País y ABC entre 1996-2006 y que suponen una sub-muestra de un estudio anterior referido a todo tipo e encuadres de 2.481 textos de los que se analizan también el tipo de células troncales mencionadas [32]. Para el estudio de los argumentos se preseleccionan únicamente los textos con encuadre ético por su presumible presencia de argumentación bioética, utilizando un análisis de contenido basado en la teoría del Encuadre y un estudio pormenorizado de las fuentes periodísticas [33]. Y, por último, a la luz de los resultados obtenidos, se desarrolla una reflexión bioética sobre la naturaleza de los argumentos hallados en los textos periodísticos en relación con las distintas corrientes bioéticas propuestas anteriormente y resumidas siguiendo a Palazzani [34] a las que asignamos un índice para poder sistematizar los resultados: Sociobiologismo (1),  No cognitivismo (2),  Neo-utilitarismo (3), Neo-contractualismo (4) y Personalismo (5).

 

3. Resultados

Para conocer el interés de la agenda mediática, se han estudiado las referencias a los distintos tipos de células troncales en los 2.481 textos hallados en estudios anteriores [35] en El País y ABC entre 1996 y 2006. Las menciones se muestran en la Figura 1, donde puede verse que en el 58% de la muestra están presentes las embrionarias y hay un número significativo (1.012) en las que los medios no especifican la procedencia de esas células troncales, a pesar de que es relevante desde el punto de vista ético.

Figura 1.Tipos de células troncales en El País y ABC

Con el fin de cotejar lo que la prensa publica sobre las células madre y la realidad científica, se han cruzado los datos de las dos agendas en cuanto al tipo de células que aparecen mencionadas en los diarios de información general estudiados y en las publicaciones científicas de la base de datos ISI web of Science. De los más de 8.000 artículos hallados en la base científica, solo el 4,24% se refieren a textos relacionados con las células troncales embrionarias humanas, a pesar de que la polémica en los medios analizados ha girado en torno a ellas. Si se cotejan las dos agendas en valores absolutos, en el caso de las embrionarias, se halla una presencia mucho más notoria en la prensa (58%) que en los ámbitos científicos, donde la especificación, que puede compararse a este parámetro, es la referente a las células troncales embrionarias humanas (HESC) (4,23%).

Figura 2. Tipos de células troncales en prensa y en ISI Web of Science

Tal y como se observa en la Figura 2, el número de textos hallados en la prensa general sobre las células madre embrionarias humanas es mucho mayor que en las revistas científicas. Sin embargo, la mayor diferencia se observa en el número de textos hallados sobre células troncales de médula ósea en publicaciones científicas y en los diarios.

De todos los textos hallados en la búsqueda en prensa general, se han analizado de manera más exhaustiva aquellos que tenían un encuadre ético (144). En este estudio más profundo, se han detallado quiénes opinaban a favor y en contra de tres técnicas (investigación con células madre embrionarias, investigación con embriones congelados y clonación terapéutica) y los argumentos esgrimidos por esas fuentes.

La mayoría de las fuentes que aparecen son científicos y religiosos (22%), seguidos por éticos (19%) y políticos (18%), académicos (10%), no expertos (7%) y fuentes de instituciones privadas (2%). Casi la mitad de los textos (69), que representan un 47,9% de las noticias con encuadre ético, citan únicamente una fuente. Le siguen, en un 17,4% (25 noticias), aquellos que citan dos fuentes, y con tres fuentes aparecen un 11,1% (16 textos). Con porcentajes inferiores al diez por ciento se sitúan los textos que no utilizan ninguna fuente (8,3%) y los que citan cuatro o más de cuatro.

La nota dominante es que las fuentes se pronuncien sobre las tres técnicas estudiadas, pero su posicionamiento al respecto esta? ausente en más de la mitad de los textos. Las fuentes “a favor” son más que las fuentes “en contra” y el perfil de voz favorable en las tres técnicas suele ser político o científico, mientras que el contrario suelen ser miembros de la Iglesia católica.

Por otra parte, hemos analizado los argumentos esgrimidos por esas fuentes clasificándolos según las corrientes éticas explicadas por Palazzani.

Figura 3. Textos según a qué corriente ética pertenecen las argumentaciones

Como se observa en la Figura 3, la mayor parte de los argumentos utilizados  pertenecen al utilitarismo (46%), seguidos por los argumentos del no cognitivismo (26%), los del sociobiologismo (20%) y los del contractualismo (8%). Sin embargo, la mayor parte de los argumentos para estar en contra de las técnicas estudiadas son argumentos que provienen del personalismo (48%), aunque también son muy numerosos los argumentos que provienen del utilitarismo (30%). Hay menos argumentos contractualistas (15%) y sólo un 3% de los argumentos del sociobiologismo y del no cognitivismo.

A la hora de analizar los argumentos a favor, se observa que, fundamentalmente, son argumentos utilitaristas. Al analizar más en profundidad estos, se observa que las ideas principales de los argumentos utilitaristas a favor son: 1) prevenir y curar enfermedades –en este caso, es necesario recordar que el coreano Woo Suk y sus colaboradores publicaron en la revista Science avances en este sentido que luego ellos mismos tuvieron que desmentir porque habían falsificados los datos–; 2) crear tejidos; 3) las células madre adultas no tienen la misma capacidad –en honor a la verdad hay que indicar que se han conseguido grandes avances con células adultas, como las mesenquimales de Verfaille y las IPS de Takahashi y Yamanaka; 4) no provocan rechazo –es necesario indicar que aún no se ha conseguido ninguna aplicación clínica con células madre embrionarias porque sí que existe un rechazo en el paciente que provoca una reproducción celular incontrolada de estas células que, hoy día, las hace inviables–, y 5) avance de la ciencia –sería bueno establecer aquí un debate sobre qué significa la expresión “avance de la ciencia”–.

En segundo lugar de las posturas a favor, aparecen los argumentos no cognitivistas, y es aquí donde se han observado algunas falacias, ya que todos estos argumentos están relacionados con estrategias de ponderación de intereses [36]: la postura científica está clara [37], pero se establece de forma arbitraria el límite para considerar persona al embrión. Anne Mc Laren, conocida embrióloga del informe Warnock, declaró que por influjo de “cierta presión ajena a la comunidad científica”, introdujo el término pre-embrión para indicar el embrión en el período de desarrollo que va desde el cigoto hasta el decimocuarto día tras la fecundación, sabiendo, como afirmó D. Davies, miembro junto con ella del mismo Comité Warnock, que “estaba manipulando las palabras para paliar una discusión ética” [38]. Las falacias encontradas como justificación para investigar con embriones son: 1) no pasa nada si no tiene sistema nervioso, 2) no hay problema si no se ha producido la implantación, 3) el embrión no es un ser humano, 4) no hay inconveniente si no han pasado 14 días desde fecundación, y 5) el término vida humana es confuso.

Además, en el posicionamiento a favor, hay 35 textos sin argumento y 26 que esgrimen “curar enfermedades” como justificación a investigar con embriones. Entre los argumentos en contra, el más numeroso es la defensa de la vida, que aparece en  45 casos, y, en segundo lugar, los argumentos utilitaristas.

El personalismo sólo aparece en los argumentos en contra de las tres técnicas de investigación analizadas. Además, en los argumentos en contra, también hay criterios utilitaristas: 1) las células madre adultas, como alternativa, no provocan rechazo; 2) se duda de la utilidad médica de las embrionarias, y 3) las células embrionarias crean falsas expectativas. Estas ideas responden a lo encontrado en la literatura científica analizada.

4. Discusión y Conclusiones

 

Los resultados obtenidos permiten detectar una divergencia entre las agendas científicas y periodísticas con respecto a los tipos de células troncales presentes en ambos terrenos. En más de la mitad de los textos (58%) de los medios de comunicación analizados, las protagonistas indiscutibles son las células troncales embrionarias. Sin embargo, en el terreno científico, las más presentes son las de médula ósea (72,4%), que también son las más prometedoras, según se refleja en la bibliografía médica consultada [39]. Así pues, puede observarse cómo los criterios de noticiabilidad están más relacionados con la controversia ética y política generada alrededor de las investigaciones que en torno a los avances científicos en sí mismos.

Resulta de interés que en 1.012 textos periodísticos (40,7%) no se mencione la procedencia de las células troncales, lo que podría generar una presumible desinformación en el público identificando las células troncales procedentes de embriones –que son aquellas a las que se refiere fundamentalmente los textos– con la totalidad de las células troncales.

En los textos periodísticos analizados que tienen un encuadre ético, la mayoría de las fuentes personales citadas por los periodistas son científicos o del ámbito religioso (22%). Llama la atención que los expertos en bioética sean las fuentes más citadas en tercer lugar (195). En casi la mitad de los textos analizados (47,9%), los periodistas citan solamente una fuente. Según Fontcuberta y Borrat, cuanto mayor sea la cantidad, la calidad y la diversidad de las informaciones que comunica el medio y de las fuentes que cita, tanto mayor será su credibilidad y, por tanto, su influencia [40]. El perfil de voz favorable a las tres técnicas analizadas suele ser político o científico, mientras que el contrario es un miembro de la Iglesia católica.

La mayoría de los argumentos a favor de las tres técnicas pertenecen al utilitarismo (46%), seguidos por los argumentos del no cognitivismo (26%), los del sociobiologismo (20%) y los del contractualismo (8%). Sin embargo, la mayor parte de los argumentos para estar en contra de las técnicas estudiadas son argumentos que provienen del personalismo (48%), pero también son muy numerosos los argumentos que provienen del utilitarismo (30%). Hay menos argumentos contractualistas (15%) y sólo un 3% del sociobiologismo y del no cognitivismo.

En el posicionamiento a favor, hay 35 textos sin argumento y 26 que esgrimen “curar enfermedades” como justificación a investigar con embriones; y entre las posturas contrarias, el argumento más numeroso es la defensa de la vida en 45 casos.

En el análisis de los argumentos a favor no cognitivistas, hemos encontrado algunas falacias relacionadas con estrategias de ponderación de intereses, es decir, que la postura científica está clara, pero se establece de forma arbitraria el límite para considerar persona al embrión. Las falacias encontradas para estar a favor de investigar con embriones son: 1) si no tiene sistema nervioso, 2) si no está implantado, 3) no es un ser humano, 4) que no hayan pasado 14 días desde fecundación, 5) que el término vida humana sea confuso.

El personalismo sólo aparece en los argumentos en contra de las tres técnicas de investigación analizadas. Además, en los argumentos en contra, también hay criterios utilitaristas que responden a lo encontrado en la literatura científica analizada.


5. Anexo 1

 

Tabla de argumentos a favor y en contra y pertenencia a corriente ética

Argumentos Textos 1 2 3 4 5
ARGUMENTOS A FAVOR
Aliviar el sufrimiento 1 1
Aliviar el sufrimiento humano, prevenir y curar enfermedades 1 1
Aliviar el sufrimiento, no desperdiciar material 1 1
A favor sin argumentación 35 1
Asunto de Conciencia 1 1
Avance de la ciencia 11 1
Avance de la ciencia, curar enfermedades 1 1
Avance de la ciencia y fortalecimiento de la industria biotecnológica 1 1
Avance de la ciencia, mayoría de los científicos a favor, fácil crear tejidos sin rechazo 1 1 1 1
Crear tejidos 3 1
Curar enfermedades 26 1
Curar enfermedades es ético 1 1
Curar enfermedades, avance de la ciencia 5 1 1
Curar enfermedades, avance de la ciencia y las CMA no tienen la misma capacidad 1 1 2
Curar enfermedades, crear tejidos y libertad de investigación 1 1 2
Curar enfermedades, daño mínimo 1 1 1
Curar enfermedades, derecho a la salud 1 1 1
Curar enfermedades, el embrión no es persona, no tiene sistema nervioso 1 1 1
Curar enfermedades, es inmoral no usarlos 1 2
Curar enfermedades, es legal 2 1 1
Curar enfermedades, es legal, el preembrión no es persona porque no está implantado 1 1 1 1
Curar enfermedades, las CME no son seres humanos 1 1 1
Curar enfermedades, las CME son mejores, incoherente no crear embriones y crearlos en la FIV, salvar vidas 1 1 2 1
Curar enfermedades, no es un ser humano, libertad de investigación 1 1 1 1
Curar enfermedades, las embrionarias son mejores para regenerar tejidos 1 1 1
Curar enfermedades, no es un ser humano, no provoca rechazo 1 1 2
Curar enfermedades, salvar vidas 1 1 1
Curar enfermedades, salvar vidas, única alternativa  es la destrucción (IE) 1 1 1 1
Curar enfermedades, ser pioneros 1 1 1
El embrión no es persona hasta que no pasan 14 días 1 1
Es ético 2 1
Es ético, curar enfermedades 1 1 1
Es legal 3 1
Es necesario 1 1
Evitar el dolor, curar enfermedades y preservar la salud 2 1 2
Inmoral no hacerlo 1 1
La mayoría está a favor, salvar vidas, curar enfermedades 1 1 1 1
La mejor alternativa 2 1
Libertad de investigación 2 1
No crea embriones 5 1
No crea embriones, no necesita óvulos 1 2
No desperdiciar material 3 1
No es un embrión, curar enfermedades 1 1 1
No es un ser humano, curar enfermedades 1 1 1
No provocan rechazo 1 1
No se puede prohibir en un estado aconfesional 1 1
Salvar vidas y curar enfermedades 1 1 1
Ser pioneros 2 1
Ser pioneros y avance de la ciencia 2 2
Término vida humana confuso 1 1
Vivir mejor, avance de la ciencia 1 1 1
ARGUMENTOS EN CONTRA
Avance de la investigación 1 1
CMA alternativas 2 1
CMA no rechazo porque son del mismo paciente 1 1
Contrario a la Declaración de Oviedo 1 1
Cuestión de principios 1 1
Defensa de la vida 45 1
Defensa de la vida, dudosa utilidad médica 1 1 1
Defensa de la vida y CMA 10 1 1
Defensa de la vida, CMA y CME tumores 2 1 1
Defensa de la vida, CMA y es legal 1 1 1 1
Defensa de la vida y no cura enfermedades 1 1 1
Defensa de la vida, CMA, inmoral, ilícito 1 1 2
Defensa de la vida, falsas expectativas, CMA 1 1 1
Defensa de la vida, inmoral 1 2
Dudosa utilidad médica 1 1
En contra sin argumentación 6 1
Ilegal, defensa de la vida 1 1 1
No comerciar con embriones humanos 2 1
No es ético 2 1
No es ético, interrumpir el desarrollo embrionario 2 1
No hay unanimidad, el día 14 carece de base social 1 2

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[1] T. Peters, Embryonic Stem Cells and the Theology of Dignity, en T. Peters, S. Holland, K. Lebacqz y L. Zoloth (eds.), The human embryonics stem cell debate Science, Ethics and public policy, Massachusets Institute of Technology press, London 2001, pp. 127-139.

[2] “La dignidad de los embriones humanos tempranos se ha convertido en un asunto ético central en el debate público sobre la idoneidad de seguir las investigaciones con células embrionarias. Esta cuestión orientativa es compartida por los defensores y opositores”.

[3] G. Gaskell y M. W. Bauer, Genomics and Society. Legal, ethical and social dimensions, Earthscan., Londres 2006.

[4] N. Jouve de la Barreda, Explorando los genes. Del  big-bang a la nueva biología, Encuentro, Madrid 2008; N. López Moratalla, El fraude de la clonación y el lobby de las células embrionarias, Extraído el 24, Junio de 2007 del sitio web forum libertas: http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=5246&id_seccion=8

 2006, Febrero 20; J. S. Odorico, D. S. Kaufman y J. A. Thomson, Multilineage Differentiation from Human Embryonic Stem Cells Lines, en «Stem Cells», 19 (2001), pp. 193-204; J. M. Williams y B. E. Petersen, Origin, Evolution and Direction of Human Somatic Cell Therapy, en D. García-Olmo, J. M. García Verdugo, J. Alemany y J. A. Gutiérrez-Fuentes (eds.), Cell Therapy, McGraw Hill, Madrid 2008, pp. 3-14.

[5] C. Nombela, Células madre. Encrucijadas biológicas para la Medicina: del tronco embrionario a la regeneración adulta, Edaf, Madrid 2007.

[6] M. Alcíbar, Comunicar la ciencia. La clonación como debate periodístico, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid 2007; R. Hubbard y W. Wald, El mito del gen, Alianza, Madrid 1999; N. Jouve de la Barreda, Explorando los genes. Del  big-bang a la nueva biología, cit; M. López Barahona y S. Antuñano Alea, La clonación humana, Ariel, Barcelona 2002; S. Shostack, Becoming immortal combining cloning and stem-cell therapy, State University of New York, Nueva York 2002.

[7] N. Jouve de la Barreda, Explorando los genes. Del  big-bang a la nueva biología, cit.

[8] H. Woo Suk, R. Young June, P. Jong Hyuk, P. Eul Soon, L. Eu Gene, K. Ja Min, J. Hyun Yong, L. Byeong Chun, K. Sung Keun, K. Sun Jong, A. Curie, H. Jung Hye, P. Ky Young, J. B. Cibelli y M. Shin Yong, Evidence of a Pluripotent Human Embryonic Stem Cell Line Derived from a Cloned Blastocyst en «Science», 303 (2004), pp. 1668-1674; H. Woo Suk, R. Sung Il, C. Byeong, L. , K. Sung Keun, K. Dae Kee, K. Sue, K. Sun Jong, P. Sun Woo, K. Hee Sun, L. Chang Kyu, L. Jung Bok, J. M. K., C. A., P. Sun Ha, S. S. Ch., K. Jung Jin, Y. Hyun Soo, H. Jung Hye, H. Youn Young, P. Ye Soo, O. Sun Kyung, K. Hee Sun, P. Jong Hyuk, M. Shin Yong y G. Schatten, Patient-Specific Embryonic Stem Cells Deribed from Human SCNT Blastocystibid., 308 (2005), pp. 1777-1783.

[9] C. Nombela, Células madre. Encrucijadas biológicas para la Medicina: del tronco embrionario a la regeneración adulta, cit; V. De Semir y G. Revuelta, Un caso de la revista Science que abre el debate  sobre el sistema Ciencia-Periodismo: “El Dr. Hwang y el clon que nunca existió”, en «Quark», 37-38 (2005/2006), pp. 105-123; E. López-Cózar, D. Torres y A. Roldán, El fraude en la ciencia: reflexiones a partir del caso Hwang, en «El Profesional de la Infromación», 16 (2007), pp. 143-150; S. De Cheveigné, E. Einsiedel, J. Hampel, J. Chervin y R. Downey, Spare parts of human bodies, en G. Gaskell y M. W. Bauer (eds.), Genomics and Society Legal, ethical and social dimensions, Earthscan, Londres 2006, pp. 28-43.

[10] C. Nombela, Células madre. Encrucijadas biológicas para la Medicina: del tronco embrionario a la regeneración adulta, cit., p. 74.

[11] Y. Jiang, B. N. Jahagirdar, R. L. Reinhardt, R. E. Schwartz, C. D. Keene, X. R. Ortiz-González, M. Reyes, T. Lenvik, T. Lund, M. Blackstad, J. Du, S. Aldrich, A. Lisber, W. C. Low, D. A. Largaespada y C. M. Verfaillie, Pluripotency of mesenchymal stem cells derived from adult marrow, en «Nature», 418 (2002), pp. 25-27.

[12] C. Nombela, Células madre. Encrucijadas biológicas para la Medicina: del tronco embrionario a la regeneración adulta, cit.

[13] K. Takahashi y S. Yamanaka, Induction of Pluripotent Stem Cells from Mouse Embryonic and Adult Fibroblast Cultures by Defined Factors, en «Cell», 126 (2006), pp. 1-14.

[14] N. Jouve de la Barreda, Explorando los genes. Del  big-bang a la nueva biología, cit.

[15] V. Bellver, Por una bioética razonable. Medios de comunicación, comités de ética y Derecho, Editorial Comares, Granada 2006.

[16] M. Wolf, Los efectos sociales de los medios, Paidós, Barcelona 1994, p. 160.

[17] D. Nelkin, Selling science. How the press covers science and technology, Freeman and company, New York 1995.

[18] M. McCombs, A Look at Agenda-setting: past, present and future, en «Journalism Studies», 4 (2005), pp. 543-557; M. E. McCombs y D. L. Shaw, The Agenda-Setting Function of Mass Media, en «Public Opinion Quarterly», 36 (1972), pp. 176-187.

[19] D. A. Scheufele, Framing theory, en W. Donsbach (ed.), The international encyclopedia of communication, Blackwell Publishing, Malden, MA 2008, pp. 1862-1868; D. A. Scheufele y D. Tewksbury, Framing, Agenda Setting and Priming: The Evolution of Three Media Effects Models, en «Journal of Communication», 57 (2007), pp. 9-20; W. A. Gamson y A. Modigliani, Media discourse and public opinion on nuclear power: A constructionist approach, en » American Journal of Sociology», 95 (1989), pp. 1-37; P. D’Angelo, News framing as a multiparadigmatic research program: A response to Entman, en «Journal of Communication», 52 (2002), pp. 870-888; R. Entman, Framing: Toward clarification of a fractured paradigmibid., 43 (1993), pp. 51-58; M. T. Sádaba, Framing: el encuadre de las noticias. El binomio terrorismo-medios, La Crujía, Argentina 2007.

[20] N. Jouve de la Barreda, Explorando los genes. Del  big-bang a la nueva biología, cit.

[21] A. Cayuela, Argumentos bioéticos, Marova, Granada 2006.

[22] E. Sgreccia, Manual de Bioética, BAC, Madrid 2009; L. Palazzani, La fundamentación personalista en Bioética en Bioeticaweb.com. Disponible en http://www.bioeticaweb.com/content/view/65/40/; G. Miranda, Fundamentos éticos de la bioética personalista en «Cuadernos de Bioética», 5 (1994), pp. 49-62.

[23] L. Palazzani, La fundamentación personalista en Bioética, cit.

[24] E. Sgreccia, Manual de Bioética, cit; J. M. Burgos, El personalismo, Ediciones Palabra, Madrid 2003.

[25] L. Palazzani, La fundamentación personalista en Bioética, cit.

[26] E. O. Wilson, Sociobiología: la nueva síntesis, Omega, Barcelona 1980.

[27] P. Singer, Practical ethics, Cambridge University Press, Cambridge 1979; J. J. Smart, An outline of a system of utilitarian ethics, en J. J. Smart y B. Williams (eds.), Utilitarism for and against, Cambridge University Press, Cambridge 1973.

[28] T. H. Engelhardt, Foundations of bioethics, Oxford University press, New York 1986; J. Rawls, A theory of justice, The Belknap Press, Cambridge 1971.

[29] E. Sgreccia, Manual de Bioética, cit.

[30] L. Palazzani, La fundamentación personalista en Bioética, cit; E. Sgreccia, Manual de Bioética, cit; J. M. Burgos, El personalismo, cit.

[31] M. C. Nisbet, D. Brossard y A. Kroepsch, Framing science: The stem cell controversy in an age of press/politics, en «Harvard International Journal of Press/Politics», 8 (2003), pp. 36-70.

[32] C. Rodríguez Luque, The Interrelation of Agendas in Stem Cell Controversy: Politics, Science and Mass Media in the Spanish Context, El País and ABC (1996-2006), en «Journal of Science in Society», 2 (2011), pp. 151-168.

[33] J. L. Bardin, El análisis de contenido, Ediciones Akal, Madrid 1986; C. Rodríguez Luque, The Interrelation of Agendas in Stem Cell Controversy: Politics, Science and Mass Media in the Spanish Context, El País and ABC (1996-2006), cit.

[34] L. Palazzani, La fundamentación personalista en Bioética, cit.

[35] C. Rodríguez Luque, The Interrelation of Agendas in Stem Cell Controversy: Politics, Science and Mass Media in the Spanish Context, El País and ABC (1996-2006), cit; C. Rodríguez Luque, La Polémica sobre las ‘Células madre’: comparación de la línea editorial de El País y ABC (1996-2006). Posicionamiento Antropológico y de Opinión, en SEP (ed.), Estudios de Periodística XV El Drama del Periodismo: Narración e Información en la cultura del espectáculo, UCAM Publicaciones, Murcia 2009, pp. 425-442.

[36] A. Cayuela, Argumentos bioéticos, cit.

[37] N. Jouve de la Barreda, Explorando los genes. Del  big-bang a la nueva biología, cit.

[38] M. López Barahona y S. Antuñano Alea, La clonación humana, cit., p. 30.

[39] C. Nombela, Células madre. Encrucijadas biológicas para la Medicina: del tronco embrionario a la regeneración adulta, cit; J. Aznar, Alternativas al uso de células madre embrionarias, en A. Cayuela, J. Vara, F. J. Romero y V. Villar (eds.), Ética, bioética y desarrollo El hombre como ser dependiente, Comares, Granada 2004; J. Aznar, Células Madre De Tejidos Adultos. Una Opción Terapéutica Real, en «Cuadernos de Bioética», 13 (2002), pp. 97-108. Extraído el 24, Junio de 2007 en el sitio web dialnet de la Universidad de La Rioja:

http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=646176; J. M. Williams y B. E. Petersen, Origin, Evolution and Direction of Human Somatic Cell Therapy, cit.

[40] M. Fontcuberta y H. Borrat, Periódicos: sistemas complejos, narradores en interacción, La Crujía, Buenos Aires 2006.