Fenomenología del desencuentro

La antropología personalista concibe al hombre como un ser que se realiza fundando relaciones de encuentro con la realidad y, especialmente, con sus semejantes. Es imposible soslayar, sin embargo, las dificultades cotidianas que las relaciones humanas pese a todo implican. En este artículo se intenta describir el fenómeno del desencuentro, en las variadas formas o modalidades en que se hace presente en la vida de las personas, procurando ahondar en la esencia del mismo. Analizando esas diversas situaciones se hallará que la raíz inmediata de la dificultad para fundar formas genuinas de encuentro parece estar en el miedo a no ser. Este miedo paraliza al hombre, lo incapacita para confiar, para donarse, para amar. Se describirán los “resortes” que, accionados por la palanca del miedo a no-ser, saltan en nuestra relación con el otro provocando el desencuentro y la incomunicación: el escándalo ante la alteridad o diferencia, la deficiente gestión de la libertad ajena, la cosificación, el ninguneo, el fingimiento y la reivindicación. La dificultad de nuestra relación con el otro nos brinda la oportunidad de mirar hacia nuestro interior para comprender que, como mínimo, parte del problema está en uno mismo y que el otro, aun relativizándome y desestabilizándome, es un don para mí. En los procesos de acompañamiento, nuestro objetivo debería ser ayudar a las personas a hacer este switch o cambio de perspectiva.