El Hombre un ser llamado a ser persona íntegramente y en libertad. Perspectiva de María Zambrano

Para María Zambrano, el saberse persona es una cuestión de realización propia, de reconocerse llamado, vocacionado a llegar a ser perso- na íntegramente. Sin embargo, desde la imposición del racionalismo moder- no, se delinea una humanidad conquistada autónomamente, autocentrada y basada en una moral autorreferencial tendente a un uso inadecuado de la propia libertad. Escribe en Horizonte del liberalismo: “cortadas las amarras con lo alto, hubo que construir una base libre –pero con fuerza obligato- ria– humana en esencia, del hombre arquetipo; del individuo ejemplar; por tanto, de ningún individuo”. Despersonalización frente a la cual, ella pone de manifiesto su malestar discrepante, invita a disponernos a educar, a entrenar para una vida en la libertad y propugna la realización de vida y razón desde la exigencia interna que el ser humano siente, la llamada a ser persona ínte- gramente. Siendo la libertad el único cauce para que aflore la condición de persona y se vea cumplido el anhelo de integridad en el ser humano. Pero en el logro de este objetivo, señala la pensadora, se hace necesario un sistema de pensamiento que deje espacio al individuo, al tiempo que constata que en la filosofía moderna no existe un ámbito de acogida a la vocación que posibilite conocer la esencia del ser persona. El “para qué” de la libertad humana, que angustiaba a los existencialistas, necesita siempre de orientación, de guías, de mediadores, de maestros en la tarea de ser verdaderamente libre.