JEAN LACROIX, El personalismo. Fuentes. Fundamentos. Actualidad

El libro tiene tres partes y una conclusión. El título es realmente prometedor, pero cuando uno se adentra en su interior observa que es demasiado ambicioso y las expectativas que siembra no satisfacen del todo al lector inconforme, aunque en cierto modo es también muy luminoso y sugerente. Leyendo la primera parte del libro, la impresión que el lector tiene es que ni se ve clara la fuente de la persona ni los fundamentos. Más bien es un magnífico paisaje de la esencia humana, no así de la persona. Citando el autor a Mounier: “la persona es primeramente instinto y debemos tener en cuenta este ser fundamental; después es razón, por eso defiende la inteligencia; y es, por fin, amor, o, como dice con frecuencia, gracia, es decir, acogida, don, generosidad” (p. 20). A mi modo de ver se confunde esencia y persona en muchas partes del libro. Aquí en esta cita, por ejemplo, se confunden claramente. La persona no es instinto, y menos, primeramente; después tampoco se puede decir que la persona es inteligencia o razón... Sí es salvable lo último, a saber, que el amor, la acogida y el don pertenecen al nivel superior del ser personal y no de su esencia. En esta misma parte primera habla del juego como fuente de la persona y la entrelaza con la libertad. Pero la descripción que hace del juego es bastante periférica y con saltos trascendentales hacia lo santo. Habla del papel del juego, pero lo introduce como fuente y fundamento. Por otra parte, no es lo mismo fuente que fundamento. Fuente es origen y fundamento es causa. El origen es Dios y la causa de la persona no puede ser el juego. Lo cierto es que el papel del juego en el hombre es esencial. Porque el hombre es homo ludens, pero ahí no nos va la persona, es algo más bien manifestativo de ella.

Tipología

Reseña

Numero Revista

14

Año

2021

Autor

SÁNCHEZ LEÓN ALBERTO

Etiquetas

enfoque sistémico, antropología dialógica, valores del encuentro, pensamiento relacional, integración