Más allá de la Ilustración francesa: el humanismo polaco de Karol Wojtyla (2a Parte)

Una vez convertido en profesor de la Cátedra de Ética en la Universidad de Lublin (Polonia), el joven Karol Wojty?a participará en el notable y ambicioso proyecto de reformulación de los ideales ilustrados, protagonizado por un núcleo de profesores de la Facultad de Filosofía, que veían en la Ilustración francesa un hito a superar, sobre todo por la necesidad de ir más allá de un tipo de razón deficitaria, que mostraba la imposibilidad de establecer un diálogo fecundo con otras áreas del saber. Este proyecto de formulación de un humanismo completo, sin amputaciones, es el que seguirá latiendo hasta el final de sus días, como se puede comprobar de manera muy explícita en su última obra, publicada un mes antes de su muerte, Memoria e identidad: conversaciones al filo de dos milenios (2005), la cual tiene una enorme profundidad filosófica y en cierta manera puede ser considerada como la herencia intelectual de un hombre que había vivido numerosas formas de despersonalización y quería ofrecer al mundo un modelo completo de humanismo, fruto de la experiencia colectiva de su patria.